Somalia : La “libertad” de acción de las ONG islámicas

Somalia : La “libertad” de acción de las ONG islámicas

di Mikel Larburu

Le Monde 13/08/2011

La Organización de Cooperación Islámica coordina la acción de las agencias humanitarias

Resumen del reportaje de Béatrice Gurrey

Un sudanés, Ahmed Adam, que llegó hace 4 meses a Mogadiscio para dirigir el departamento de acción humanitaria de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI), ha presenciado muchas crisis, en Darfour, en Sierra Leona, en Eritrea. “Pero esta es muy especial por su gravedad, por la ausencia de control a nivel nacional”, dice. Un equipo de 21 médicos, especialistas, profesores, llega el 13 de agosto al hospital. Vienen de diversos países islamicos , así como también 45 toneladas de material médico.

La OCI se ha concentrado sobre este punto nevrálgico con un programa de rehabilitación de 5 millones de dólares para formar el personal, mejorar las condiciones sanitarias – la sangre se guarda en un frigoríficos cuya edad se desconoce – y establecer protocolos de acción departamento por departamento. Hasta el presente las enfermeras son benévolas ya que no existe Estado para pagarles.

El doctor Iftikar, director del Socorro islámico (Islamic Relief, IR) para Somalia, insiste; “No hay recursos, ni material, ni menagement”. El Socorro Islámico, así como una veintena de agencias humanitarias turcas, qataríes o koweitíes, trabaja bajo el paraguas de la OCI, segunda mayor organización intergubernamental después de la ONU. Se reúnen dos veces por semana en Mogadiscio para coordinar y equilibrar su cobertura geográfica o sus campos de intervención – sanidad, víveres, higiene, educación. El doctor Iftikar, un Sry-Lankés, subraya que si su acción se inspira de los principios del Corán, según el cual se debe socorrer al prójimo, sin embargo no está guiada por la religión ni impuesta por la fe. “Es una condición abierta al que quiere entrar sin restricciones”, asegura por su lado M. Adam.

Sin embargo, la separación entre las organizaciones islámicas y occidentales es patente. Sin llegar a la concurrencia. Escuchándoles, la cooperación es incluso más bien buena. “Vamos a lanzar acciones con MSF-Francia”, afirma el representante de la OCI, así unos ofreciendo servicios de sanidad y los otros alimentos. El doctor Iftikar confirma este proyecto sobre el que MSF desea ser discreto. Varios encuentros han tenido ya lugar. IR ha adquirido un experiencia sobre todo en las zonas más tocadas por el hambre distribuyendo 40 000 “paquetes-standard” compuestos de 25 kg de arroz, 10 kg de azúcar, 10 kg de harina, 5 kg de dátiles y 5 litros de aceite, o sea la ración media de una familia para un mes.

Otro proyecto, en discusión desde hace varias semanas, parece dudoso por el momento. Siendo muy difícil para las ONG occidentales circular, ¿porqué no dejar a sus organizaciones hermanas islámicas la distribución, después de haber recondicionado los alimentos y haberles quitado cualquier mención de origen? En particular la del Programa alimentario mundial (PAM) de la ONU, mal visto por los Chabab. “No podremos hacer nada escondiendonos, afirma el doctor Iftikar. Con la Unión Europea, no tenemos ningún problema: nos dan fondos, nosotros compramos y distribuimos”.

La libertad de maniobra de las organizaciones islámicas es infinitamente superior a las de los humanitarios occidentales que fueron expulsados del país en 2009, incluso secuestrados y pagando rescates. Ni escolta ni cristales oscurecidos para el doctor Iftikar. ¿Le quereis ver? Ahí llega. “Visto mi tee-shirt IR, con el logo (un globo terráqueo con dos minaretes), mi piel es oscura, no temo nada”, sonríe. Y sigue precisando que tomaría precauciones bastante más drásticas en compañía de un Blanco. “Si nos volviéramos el punto de mira, todo el sistema humanitario se pararía y esto todo el mundo lo sabe”, añade.

Esta libertad de movimiento no funciona sin negociaciones con los representantes de los Chabab, para poder movernos en las zonas que controlan. El doctor Iftikar asegura que esto se para en una coordinación de la acción con las autoridades locales. “El año pasado, nos pidieron que pagáramos una tasa, en la región de Lower Shabel. Nos negamos porque no queríamos ensuciar nuestra reputación. Pagar un penny, sería financiar el terrorismo”, dice el médico. Sin duda, no todo el mundo es tan estricto.

Cual fuere su origen, las organizaciones humanitarias están de acuerdo sobre un objetivo: hacer todo lo posible para socorrer las poblaciones en el terreno y evitar la afluencia de cientos de miles de personas hacia campos precarios. Es ya demasiado tarde, porque los grandes desplazamiento que empezaron hace más de un mes no dan signos de eso vaya a decaer. La perspectiva de recoger un poco de alimento o de atención sanitaria continua empujando a pueblos enteros a emprender el camino.

 

 

Fuente: africafundacion.org

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